Dani Machín y Cris Santana cruzaron un día sus vidas para hacer música. El rock británico y la chanson francesa aparecían de manera espontánea en cada canción que escribían. En su camino se cruzaron dos almas con ganas de participar en el proceso de construcción de una banda que desde sus inicios apuntaba maneras y auguraba un futuro prometedor. Alby Ramírez (guitarra) y Sergio Miró (batería) se involucraron en la banda hasta la médula, y el camino emprendido desde entonces les ha llevado a firmar una proyección envidiable y que tuvo su primer punto de inflexión tras su participación en el concurso de bandas Heineken Greenspace, que ganaron en 2009.
El premio en metálico de aquel certamen les ha permitido afrontar su primer trabajo discográfico desde la ambición. Producido por Paco Loco (que también participó como músico y arreglista) en sus estudios de Puerto de Santa María, el disco ha contado con la participación de Rami Jaffee, teclista de proyectos como The Wallflowers o Foo Fighters; Roger Manning, también teclista en bandas como las de Beck, Air o Jellyfish; John Agnello, que se encargó de las mezclas, algo que ya había hecho para gente como Patti Smith, Roger Waters o Lemonheads; y Greg Calbi, responsable de la masterización (Bruce Springsteen, Lenny Kravitz, U2, John Lennon, Lou Reed, Ramones, Iggy Pop…). Después del single que adelantaba este trabajo (“Chloé”), llega este trabajo editado por El Genio Equivocado que tenía como carta de presentación el tema “Frapuccino Lover’s”, en el que participa la neoyorquina Dayna Kurtz.