Pálida Tez, el joven grupo albaceteño de noise pop, lanza “Un extraño estado de ánimo”, su primer disco de larga duración bajo el techo de El Genio Equivocado. Tras la aparición en 2023 de su primer EP, “Viaje a la habitación del fondo de la casa” y varios singles digitales en 2022, el conjunto formado por María (voz y guitarra), Samuel (guitarra y voz), Elena (bajo) y Manuel (batería) se atreve con este formato y nos obsequian con nueve grandes canciones, algunas de las cuales ya hemos podido disfrutar como adelantos.
“Un extraño estado de ánimo” está repleto de energía, sensibilidad y carácter, composiciones que te arrastran desde la contundencia, el ruido y la ensoñación como “Dibujo Animado” hasta la experimentación más atmosférica en “La dispersión”.
La banda, influenciada por el sonido underground de los 90s, investiga con personalidad y acierto más allá del mimetismo, con ecos de bossanova, folk rock, twee pop, shoegaze y otras referencias, creando un sonido propio, urgente, emocional y adictivo.
El álbum está grabado en Perdido Studios por Pepe Cifuentes y mezclado, masterizado y producido por Carlos Hernández Nombela en El Castillo Alemán, quién ha dotado al grupo de gran profundidad y entusiasmo sónico. El diseño de la portada es obra de Ana Cuevas.
El propio grupo nos cuenta que:
“Un extraño estado de ánimo es pasar de una ciudad pequeña a una grande, tener nuevas responsabilidades que no sabes si sabrás llevarlas a cabo. De un plumazo, a la velocidad del rayo, acabar la universidad y no saber bien qué pasará con tu vida. Es desencanto, es incertidumbre, es amor y desamor, pero sobre todo “Un extraño estado de ánimo” es una especie de sueño, grabar un disco entre cuatro buenos amigos y tener la satisfacción de pisar otro camino, fascinante o no, que nos saque aunque sea un rato de la rutina de nuestras otras vidas”.
NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO ES EXCELENTE por JULIO RUIZ (DISCO GRANDE)
Me sigue pareciendo muy orientativo lo que eligen los oyentes cada vez que acaba el año sobre ese apartado que antes era el ganador de la Liga maquetera y que ahora es Artista Emergente porque… ya no hay maquetas. Eso sí: hay una norma no escrita (porque no lo está) y es que quienes ganen mi concurso (que no es tal) tienen que no haberse estrenado aún con un Disco Grande porque eso indica que están dando los primeros pasos.
Y esos requisitos reunían Pálida Tez, cuando empezaron a sonar sus canciones sueltas en mi podcast. Les entrevisté por ser Artista Emergente 2024 y luego les vi en directo y supuso confirmar las expectativas.
Ahora El Genio Equivocado (que estuvieron atentos a la jugada para ficharles) saca esta entrega de nueve temas redondos. María, Samuel, Elena y Manuel entregan un estreno que sabe a larga vida. Por la calidad de las canciones que aúnan esas letras sentimentales y nostálgicas, vestidas con músicas ad hoc. Todo, con un destacado trabajo de producción.
Lo que nos llamó la atención con temas como “Medio vivo, medio muerto”, “Las cenizas de un verano” o “Arquitecta de mi propia tristeza” se confirma con esta nueva tacada de las que ya conocíamos de primicia: “Wong Kar-Wai”, “Último partido” y “Ser adulta es un disfraz”.
La estructura del total está bien concebida. Hay ruido para empezar con “Dibujo animado” y placidez total en “La dispersión” para acabar. Y ese ruido (poco) y esa melodía (mucha) es la receta del todo. Y hay que fijarse en ese cantar a dos voces que acaba por rematar con sobresaliente el obsequio.
Si paseas por “Un extraño estado de ánimo” (que así se llama el disco) comprobarás que rezuma sensibilidad, ensoñación y relaciones de tú y yo que a veces no acaban bien y se use “Magia negra”. Pero es la excepción porque prima caminar juntos y lanzar monedas al vaso, ir a la pista del parquecillo a echar el último partido o quedar en la plaza del barrio. Eso o ver cómo pasan los días de diario u observar las agujas del reloj.
Si esta entrega deja la duda de cuál es el punto de partida y punto de no retorno, la cosa está clara: el kilómetro cero (de la carretera de Albacete a Madrid) no puede ser mejor. Pálida Tez abren una historia en que la respuesta no puede ser más que sí a su propuesta.
PD. Habrá visto el lector que no he hecho referencia al árbol genealógico porque el mérito es suyo por mucho que haya ilustres (que los hay) en sus familias.