Detrás de cada creación artística siempre hay una historia y, en ocasiones, parece que los elementos se configuran de tal forma que parecen encajar perfectamente. Es el caso de El lado oscuro de la broca y Rosa Herbert, una artista reconocida internacionalmente por sus intervenciones sonoras en la naturaleza.
Rosa Herbert Costa nació en Sao Paulo el 20 de abril de 1951. Hija de un prestigioso arquitecto, Rhys Herbert, y de una secretaria de una academia de Bellas Artes. A los ocho años descubrió que su familia materna procedía de España y eso despertó en ella una enorme curiosidad.
Desde muy joven estuvo vinculada al mundo del arte gracias a su talento prematuro y la sensibilidad artística y cultural de sus padres. Empezó a tocar el violín con once años y, con la mayoría de edad, estudió dibujo y pintura en Nueva York. Diplomada en la Liga de Estudiantes de Arte en 1969, poco después accedería a la exclusiva escuela del Museo de Brooklyn.
Vinculó su creación a la naturaleza construyendo obras efímeras a partir de tierra, rocas y fuego. Como figura destacada del movimiento Land Art dejó su impronta en países como Suiza, Alemania o Bélgica. A partir de 1981 se centra en las intervenciones sonoras en el medio natural, dando lugar a un movimiento desconocido pero muy fructífero: Wild Sound. “Yellow Hum” (Lanzarote, 1982) es, posiblemente, su obra más conocida. Consistía en un armazón de tubos longitudinales similares a los de un órgano. Estos tubos contenían unos gases que, en contacto con el calor provocado por el sol, emitían sonidos que llamaron mucho la atención.
En 2003, siguiendo los pasos de su abuelo, Rosa viaja a Castro de Alcañices (Zamora), donde vive desde entonces.
La Broca y Rosa
Juan Alfonso, cantante y guitarrista de El lado oscuro de la broca, es natural de Castro de Alcañices. Una tarde de domingo que estaba recogiendo setas, descubre una de las instalaciones sonoras de Rosa en medio del monte. Sorprendido, pregunta a familiares y vecinos por el artefacto y su autoría. En el pueblo sólo conocen a la artista por “la forastera”.
Con el paso del tiempo, Juan se convierte en su único amigo dentro del pueblo. Ella, que apenas ha tenido contacto humano en 13 años, comparte con Juan su experiencia, sus teorías artísticas y, sobre todo, la música, el verdadero nexo en común que comparten y que, lógicamente, traslada al resto de la banda.
Tras varios meses de búsquedas e investigaciones “Salvaje Oeste” es una realidad. Un LP que recopila dos EP´s separados en el tiempo: Salvaje y Oeste. Ambos recogen el testigo no sólo de Rosa, si no también el de otras figuras zamoranas como Antonio Pedrero o Claudio Rodríguez. Un espectro que viaja desde los sonidos de la naturaleza hasta el grito en las letras de la España olvidada.
Un disco grabado en Estudio Uno de Madrid y Minus Zero de Zamora y mezclado por Carlos Hernández.